Antes de casaros quiero conoceros sin los trajes estupendos, sin el maquillaje, sin los nervios. Quiero que paseemos relajados en una sesión de preboda en la que vamos a conocernos, a preparar los instantes que van a surgir casi sin daros cuenta el día de la boda. Y así
conseguiremos que las fotos de vuestra boda sean lo que siempre habéis soñado: naturales, llenas de vida y reales.